El Tribunal Supremo de Brasil, liderado por el juez Alexandre de Moraes, ha ordenado la suspensión inmediata de los servicios de la red social X en el país. Esta decisión se tomó después de que la plataforma se negara a cumplir con las solicitudes del gobierno para suspender cuentas que se consideraban propagadoras de desinformación. La medida afecta a millones de usuarios brasileños, ya que se estima que uno de cada diez habitantes del país utiliza esta red social.
El bloqueo no solo implica la eliminación de la aplicación de las tiendas de Apple y Google, sino que también busca impedir el acceso de los usuarios a la plataforma mediante la actuación legal contra aquellos que intenten sortear el bloqueo utilizando servicios VPN. Los usuarios que recurran a estas redes privadas virtuales para acceder a X se enfrentan a multas diarias de hasta 50,000 reales brasileños (aproximadamente 8,045 euros). Esta drástica medida ha sido comparada con las políticas de censura de países como China, Rusia e Irán, y ha generado una ola de críticas tanto dentro como fuera de Brasil.
A pesar de las amenazas de multas, la demanda de servicios VPN en Brasil ha aumentado significativamente, con un incremento del 1600% según datos de VPNMentor. Esto refleja la resistencia de los usuarios brasileños ante lo que perciben como un ejercicio de censura y control gubernamental de la información. Alternativas a X, como Bluesky y Threads, han visto un aumento en el número de usuarios, con Bluesky registrando 500.000 nuevos usuarios en solo dos días. Jay Graber, CEO de Bluesky, agradeció a Brasil «por tomar la decisión correcta», aunque sin mencionar el motivo polémico detrás del aumento de usuarios.
El conflicto entre Elon Musk y el juez Alexandre de Moraes se centra en cuestiones de moderación de contenidos y libertad de expresión. Musk ha calificado las exigencias del juez de censura, mientras que De Moraes insiste en que la suspensión de cuentas es necesaria para combatir la desinformación. La disputa ha llevado a un enfrentamiento directo entre la plataforma y el sistema judicial brasileño, con implicaciones significativas para la libertad de expresión en el país.
En resumen, la decisión de Brasil de bloquear la red social X ha generado un debate intenso sobre la censura y la libertad de expresión. A pesar de las medidas drásticas y las amenazas de multas, los usuarios brasileños han mostrado una notable resistencia, recurriendo a servicios VPN y migrando a plataformas alternativas. Este conflicto pone de manifiesto las tensiones entre la regulación gubernamental y la libertad de las plataformas digitales en la era de la información.