La red submarina que conecta el mundo, bajo presión

By WSN In Tecnología

12

Dic
2025

Análisis · Infraestructura crítica

La red submarina que conecta el mundo, bajo presión

Por WSN

Los cables submarinos transportan la mayor parte del tráfico internacional de internet. Riesgos geopolíticos, el envejecimiento de la infraestructura y la limitada capacidad de reparación elevan la probabilidad de interrupciones de alcance regional o global.

Un sistema invisible y esencial

La columna vertebral de internet es mucho menos visible de lo que la mayoría imagina. Lejos de los satélites y las redes inalámbricas, casi todo el tráfico global —en torno al 99%— circula por cables submarinos instalados en los fondos marinos que unen continentes, mercados y sistemas críticos.

Durante décadas esta infraestructura ha funcionado con discreta fiabilidad. Sin embargo, incidentes recientes en puntos estratégicos han puesto de manifiesto que su vulnerabilidad puede ser mayor de lo que se pensaba, y que la resiliencia del ecosistema digital depende de un eslabón que comienza a mostrar signos de tensión.

Riesgos: accidentes, intencionalidad y congestión

En zonas sensibles como el mar Báltico, el estrecho de Luzón o el mar Rojo se han producido cortes que combinan causas accidentales —impacto de anclas, redes de pesca o actividad sísmica— con episodios que apuntan a posibles interferencias deliberadas en un contexto de tensiones geopolíticas.

Cuando un cable falla, el tráfico no desaparece: se redirige. Pero las rutas alternativas a menudo no tienen la capacidad necesaria, lo que provoca congestión, mayor latencia y riesgos para servicios críticos como transacciones financieras, comunicaciones empresariales y plataformas digitales.

Envejecimiento de la infraestructura

Otro factor preocupante es el desgaste por edad. Muchos cables ya superan los veinte años de servicio, el umbral en el que el aislamiento y el rendimiento pueden empezar a disminuir. Aunque los terminales terrestres y equipos de transmisión se modernizan, la estructura física sigue siendo la misma, con el riesgo de fallos mecánicos incrementados por el tiempo.

Capacidad limitada para reparar

Reparar un cable submarino no es inmediato: requiere buques especializados, tripulaciones cualificadas y condiciones meteorológicas favorables. Actualmente existen menos embarcaciones de las que harían falta para atender todas las rutas críticas con rapidez, lo que puede prolongar los tiempos de recuperación días o semanas.

  • Dependencia de la meteorología y disponibilidad de buques.
  • Localización y profundidad complejas que ralentizan la intervención.
  • Congestión de rutas alternativas durante las reparaciones.

Un activo cada vez más geopolítico

Los cables submarinos han dejado de ser solo infraestructura técnica para convertirse en activos estratégicos. Gobiernos y operadores impulsan nuevas rutas que eviten zonas conflictivas, fortalecen la redundancia y aumentan la vigilancia. A la vez, las inversiones en monitorización en tiempo real y en protocolos de mantenimiento se aceleran.

No obstante, estas soluciones requieren cooperación internacional, inversiones sostenidas y planificación a largo plazo — elementos que todavía están en proceso de consolidación.

Garantizar la conectividad global

La advertencia es clara: la red física que sostiene internet necesita atención prioritaria. Modernizar infraestructura, desplegar rutas redundantes, mejorar la vigilancia en zonas sensibles y ampliar la capacidad de reparación son pasos indispensables para evitar que incidentes locales deriven en interrupciones de gran escala.

En un mundo cada vez más dependiente de la conectividad, proteger la red submarina es proteger la estabilidad económica, social y tecnológica del planeta.