Las autoridades estadounidenses, Departamentos de Comercio, Defensa y Justicia, están considerando prohibir la venta de routers TP-Link en el país debido a preocupaciones de seguridad nacional. Esta decisión surge de las investigaciones que los departamentos de Comercio, Defensa y Justicia han iniciado sobre la empresa china, que actualmente controla aproximadamente el 65% del mercado de routers para hogares y pequeñas empresas en Estados Unidos. La preocupación principal es que estos routers puedan estar vinculados a ciberataques serios que representen una amenaza para la seguridad del país.
En un informe reciente, Microsoft destacó que TP-Link es responsable de la mayoría de los dispositivos comprometidos en un ataque de «password spraying», un ataque de password spraying el atacante obtiene distintas cuentas de usuarios y va probando con una pequeña cantidad de contraseñas para intentar acceder a uno o varios servicios, atribuido a actores del estado chino. Este tipo de ataque implica el uso de contraseñas comunes en múltiples cuentas para obtener acceso no autorizado, lo que puede poner en riesgo tanto la información personal como la infraestructura crítica de las organizaciones.
Según un artículo de TechCrunch, las autoridades estadounidenses están cada vez más preocupadas por la posibilidad de que dispositivos electrónicos fabricados en China puedan ser utilizados para espiar o para lanzar ciberataques. Esta preocupación no es nueva, pero ha cobrado mayor relevancia en los últimos años a medida que las tensiones entre Estados Unidos y China han ido en aumento. En particular, se teme que los routers TP-Link, que están ampliamente distribuidos en hogares, empresas y agencias gubernamentales, puedan ser utilizados para actividades de espionaje o para comprometer redes seguras.
Por su parte, TP-Link ha negado rotundamente cualquier implicación en prácticas ilegales y ha expresado su disposición a colaborar con el gobierno estadounidense. En un comunicado, la empresa declaró que «los productos de TP-Link cumplen con todos los estándares de seguridad de la industria y no representan una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos». Además, TP-Link ha señalado que sus dispositivos han sido sometidos a rigurosos controles de seguridad por parte de laboratorios independientes y que no se ha encontrado ninguna evidencia de que puedan ser utilizados para actividades de espionaje.
En la escena internacional, la posible prohibición de los routers TP-Link también podría tener repercusiones. Ya hemos visto restricciones similares en el pasado con empresas como Huawei y ZTE, que fueron prohibidas en Estados Unidos bajo alegaciones similares. Sin embargo, estas medidas a menudo resultan en respuestas recíprocas por parte del gobierno chino, lo que podría afectar a otras empresas estadounidenses que operan en China.
Algunas fuentes del sector tecnológico, como The Verge, han especulado que la prohibición de TP-Link podría abrir el mercado estadounidense a otros fabricantes de routers, tanto nacionales como internacionales. Empresas como Netgear y Linksys, por ejemplo, podrían beneficiarse de la salida de TP-Link, lo que les permitiría aumentar su participación en el mercado y fortalecer su posición en la industria.
Resumiendo, las autoridades estadounidenses están evaluando la posible prohibición de los routers TP-Link debido a preocupaciones de seguridad nacional. La medida surge en medio de investigaciones que sugieren que estos dispositivos podrían estar vinculados a ciberataques por parte de actores del estado chino. Mientras tanto, TP-Link ha negado cualquier mala práctica y ha expresado su disposición a cooperar con las autoridades para demostrar la seguridad de sus productos. La posible prohibición podría tener importantes repercusiones tanto para los consumidores como para la industria tecnológica, y podría intensificar aún más las tensiones entre Estados Unidos y China.