Un radar de nueva generación capaz de detectar micro-desechos en órbita baja.

By WSN In Tecnología

25

Nov
2025

La órbita terrestre baja se está llenando a un ritmo que preocupa a operadores, agencias y empresas del sector. Más de 10.000 satélites activos conviven con millones de fragmentos diminutos capaces de causar daños críticos, incluso cuando su tamaño es inferior al de un grano de arena. Los sistemas de seguimiento en tierra no pueden detectar con precisión la mayoría de estos residuos, ya que su capacidad de observación se limita a objetos superiores a los 10 centímetros. Esta falta de información deja a las misiones con márgenes muy reducidos para planificar maniobras preventivas.

El sector está respondiendo con un cambio tecnológico que traslada la detección directamente al entorno orbital. La nueva generación de radares embarcados emplea ondas milimétricas y configuraciones diseñadas para monitorizar partículas de escala milimétrica desde los propios satélites. Estos sistemas, más compactos y de bajo consumo, permiten obtener mediciones continuas en zonas de alta densidad y ofrecen datos en tiempo real que mejoran la capacidad de anticipación ante posibles colisiones. Su uso también facilita elaborar modelos de riesgo más precisos y optimizar las estrategias de blindaje de futuras misiones.

La demanda de este tipo de sensores está creciendo en mercados como Estados Unidos, donde la NASA y la U.S. Space Force están priorizando tecnologías de conocimiento del espacio. El despliegue de megaconstelaciones, como las de Amazon o Telesat, refuerza la necesidad de contar con herramientas que aporten mayor seguridad operativa. A nivel europeo, iniciativas como la Zero Debris Initiative de la ESA buscan reducir de forma drástica la generación de nuevos residuos antes de 2030, un objetivo que requiere capacidades de detección más avanzadas de las que existen hoy.

El desarrollo de radares aptos para operar en órbita exige dispositivos resistentes a radiación y variaciones extremas de temperatura, además de un diseño que permita integrarlos en plataformas de distintos tamaños. Su incorporación como equipamiento estándar en nuevas misiones depende tanto de la capacidad de la industria para producir sistemas fiables como de la creación de marcos regulatorios que incentiven su uso. Contar con datos detallados sobre micro-residuos se está convirtiendo en un elemento esencial para operar en un entorno que continúa densificándose y en el que la prevención es clave para mantener la sostenibilidad de la órbita baja.

Fuente: SpaceNews

Imagén creada por IA y editada por WSN.