Durante la conferencia y exposición “Satellite 2024” (18-21 marzo), tuvo como principal foco la tecnología satelital en órbita baja terrestre (LEO – Low Earth orbit), esto, impulsado por el reciente crecimiento de SpaceX en el sector de satélites en dicha órbita, hizo que las grandes empresas tradicionales satelitales, se vieran obligadas a asumir riesgos a la hora de mantenerse relevantes en un ámbito claramente en continuo cambio e innovación.
Con la inminente entrada de Amazon al despliegue de los satélites LEO, con la constelación Project Kuiper, solo aumenta la preocupación de la industria tradicional. Sin embargo, gracias al avance en este sector (LEO) se van presentando nuevas oportunidades de crecimiento y nuevos desafíos.
Entre esos avances, el kit de análisis de constelaciones No-GEO (NCAT4) que nos revela un cambio monumental en el modo en que se despliegan este tipo de satélites en empresas como Starlink, OneWeb y otros, superando en número a los tradicionales satélites en órbita geoestacionaria (GEO). Starlink que por su cuenta ya tiene bajo su control una flota de satélites que supera a toda la constelación GEO. Si bien los satélites GEO pueden ofrecer una mayor capacidad y cobertura dirigida, los recientes satélites LEO marcan un punto de inflexión en la industria. Pronto, los usuarios globales tendrán acceso sin precedentes a la conectividad satelital, anunciando una nueva era de cobertura ubicua y conectividad dinámica, en estos dos últimos términos es importante hacer un énfasis ya que en muchos lugares rurales no se tiene acceso a internet, con estas nuevas conexiones se rompería la brecha digital.
Durante la conferencia Christopher Baugh, presidente de Northern Sky Research, resumió el sentimiento de la industria: “la competencia de las constelaciones LEO como Starlink exige innovación y ofertas convincentes de los operadores GEO para mantenerse relevantes en esta era de cambio sin precedentes. Es adaptarse o arriesgar la obsolescencia en la nueva era de la tecnología satelital.”
En conclusión, las constelaciones LEO son un salto importante hacia la era futura, pero no todo es color de rosas, el hecho de que estas constelaciones existan nos dan muchas ventajas pero también son un problema a la hora de estudiar el espacio desde la tierra, ya hay suficiente basura espacial como para encima tirar aún más y muchos científicos dedicados al estudio del espacio ya avisan que las constelaciones de satélites artificiales entorpecen el estudio espacial ya sea para prevención de catástrofes como para otras cosas que requieran este tipo observación al espacio. Las constelaciones espaciales son un gran avance para la humanidad pero hasta qué punto sale rentable ocupar todo el espacio visible si de esta manera podríamos hacer que otros estudios queden obsoletos.