DJI, la empresa fundada por Frank Wang, ha logrado un notable éxito en el sector de los drones. Wang, quien desde su infancia mostró un gran interés por los modelos de aviones, inició DJI en su habitación universitaria con la ambición de «lograr grandes cosas en un espacio reducido». DJI empezó su andadura desarrollando sistemas de control de vuelo para helicópteros modelo, pero rápidamente amplió su actividad a la producción de drones completos. En la actualidad, DJI se ha consolidado como el líder indiscutible en el mercado de drones civiles, ostentando una cuota de mercado superior al 70%.
La Cámara de Representantes de Estados Unidos ha dado luz verde a la Ley de Autorización de la Defensa Nacional para el año fiscal 2025 (FY25 NDAA), que contempla una prohibición a DJI. Esta legislación, que establece el presupuesto de defensa para el próximo año, se vota como un todo, lo que complica que el Senado rechace una ley de tal envergadura. En caso de que DJI sea vetada en Estados Unidos, se convertiría en la tercera empresa china líder en su sector en ser prohibida por Estados Unidos, después de Huawei y TikTok. DJI, que domina el 70% del mercado global de drones, está a un paso de ser vetada en Estados Unidos. Solo queda pendiente la votación del Senado. Si el Senado aprueba la medida, el presidente Joe Biden ya ha señalado que firmará lo que la cámara apruebe.
El gobierno estadounidense afirma que el estado chino controla el 6% de las acciones de DJI. Existe una preocupación de que los drones de DJI, que están equipados con cámaras, puedan ser utilizados para espionaje por parte de China. DJI ha sido señalada por sus supuestos vínculos con el ejército chino y su participación en la vigilancia de un grupo minoritario. La representante de Nueva York, Elise Stefanik, ha expresado que “DJI constituye un riesgo inadmisible para la seguridad nacional y es momento de que los drones producidos por la China comunista sean eliminados de Estados Unidos”.
Enfrentándose a las acusaciones, DJI ha negado rotundamente ser una entidad militar china. La compañía subraya que sus drones están diseñados con fines recreativos y comerciales, no para actividades de espionaje. DJI ha manifestado su desacuerdo con el proyecto de ley, argumentando que no solo daña a la compañía, sino que también impacta a los operadores, empresas y agencias de seguridad pública que dependen de su tecnología. DJI sostiene que la legislación se fundamenta en alegaciones sin base y tiene como objetivo eliminar la competencia en el mercado.
Si el Senado da el visto bueno a la prohibición, el presidente Joe Biden ya ha indicado que firmará lo que apruebe la cámara, por lo que el veto de Estados Unidos a DJI es bastante probable. Si se produce, será interesante ver cómo reacciona China a esta decisión y cómo DJI se adapta a este cambio en el mercado. La prohibición podría tener un impacto significativo en la industria de los drones y podría cambiar el panorama de la tecnología de los drones en el futuro.
En resumen, DJI, el gigante chino de los drones, se enfrenta a una posible prohibición en Estados Unidos debido a preocupaciones de seguridad nacional. A pesar de las acusaciones, DJI mantiene que sus productos son para uso recreativo y comercial, no para espionaje. Si se aprueba la prohibición, podría tener un impacto significativo en la industria de los drones y cambiar el panorama tecnológico. Sin embargo, aún queda por ver cómo se desarrollará esta situación y cuál será la respuesta de China.